Capítulo 1 – Acto 7. Es invisible a los ojos… o eso dicen.

logo_ser_invencible

Yo vi un pinche sombrero. En este proyecto, que he bautizado como “Lo Esencial”, no
hay lugar para los clichés motivacionales ni para las fórmulas reconfortantes que
intentan endulzar la realidad. La elección del nombre tiene sus raíces en esa frase que
tropecé en mi infancia, en las páginas de “El Principito”: “Lo esencial es invisible a los
ojos”. Esa inocente observación de un sombrero dibujado en un libro infantil se convirtió
en un eco que resonaría a lo largo de mi vida, tomando forma en la perspectiva que
quiero vomitar compartir en este proyecto.


¿Pero qué demonios es lo esencial? ¿Y es invisible para todos por igual? Por supuesto
que no. La esencia varía según la perspectiva. Para un perrito, son las cosas más
simples: comida, agua y un buen rato al sol. Sin embargo, para un político, lo esencial
puede transformarse en mantenernos tragando su retórica, alimentando su existencia
parasitaria a expensas de nuestros impuestos. En mi caso, lo esencial se traduce en
cuidar mi salud física, sorteando las complicaciones de la diabetes, preservar la poca
visión que me queda en mi ojo derecho y masticar del lado correcto para evitar recordar
la placa de titanio que ahora sustituye parte de mi mandíbula.


“Lo Esencial” no es solo un proyecto; es un acto de rebelión contra las convenciones, un
espacio donde exploramos la cruda realidad sin filtros ni malditos adornos. A través de
este proyecto, nos sumergimos en los distintos aspectos de la vida, todo con un toque
ácido, transgresor, irónico y sarcástico.

Aquí, no encontrarás palabras huecas de aliento, sino una mirada sincera y directa a las
complejidades de la existencia. “Lo Esencial” es la búsqueda de la verdad sin disfraces,
el destape de las capas de hipocresía que recubren nuestra sociedad. Únete a nosotros
mientras exploramos lo que realmente importa, desafiando las normas establecidas y
revelando la esencia de la vida tal como es, sin azúcar ni endulzantes. Porque en última
instancia, lo esencial puede no ser visible a simple vista, pero está ahí, en toda su cruda
y a veces incómoda realidad.

¡Salud por la invisibilidad de lo esencial! Y por esos malditos sombreros

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *